“los mayores horrores no surgen de la fantasía o de la imaginación. Los mayores horrores son reales y se ocultan en nuestra sociedad, cerca de nosotros, tal vez en la casa de al lado. Y sabemos de ellos muy raramente, sólo cuando nos sorprende alguna noticia en la televisión o en la prensa. Pero cuando estos horrores salen a la luz son mucho más aterradores que los hombres lobo, vampiros, zombis o demonios. En ‘Omnívoros’ no me preocupa tanto mostrar imágenes explícitas –que las hay- como descender a los abismos más oscuros de la esencia humana y explorar las perversiones de una sociedad rica y ociosa en la que ‘todo vale por dinero”
